Historia

— HISTORIA —

Alo largo de su historia, el Monasterio de San Salvador ha pasado por diversas vicisitudes pero, podemos afirmar sin equívocos, que hablar de este oniense monasterio es hablar de la historia de Castilla, pues, este milenario monumento ha estado fuertemente vinculado a la realeza castellana desde el siglo XI.

Monasterio de Oña

El uso del monasterio, desde su fundación a comienzos del siglo XI, ha sido múltiple dado su carácter de espacio religioso para la vida comunitaria, panteón aristocrático y centro de estudios teológicos. Por esta razón, a través de su dilatada existencia, se han impregnado entre sus muros y estancias variados estilos artísticos que contribuyen a su enriquecimiento; así, durante la visita al Monasterio es posible contemplar el paso de los siglos a través de los estilos mudéjares, góticos y, finalmente, barrocos que, a pesar de las restauraciones lógicas por el paso del tiempo, no han supuesto ninguna remodelación que afecte la belleza de los elementos artísticos que lo componen.

Actualmente, entre sus muros se encuentra la Iglesia Parroquial de Oña, y en ella es posible contemplar el panteón aristocrático de nobles y magnates castellanos de remota memoria: por ejemplo, se afirma que fue el mismísimo Cid Campeador, don Rodrigo Díaz de Vivar, quien trajo hasta este templo los restos de su malogrado rey Sancho II el Fuerte, tras perecer asesinado en el sitio de Zamora, para que aquí yacieran; también aquí se encuentra sepultado el rey Sancho III el Mayor, que aunque rey de Navarra, a través de su matrimonio influyó decisivamente en el devenir de la monarquía castellana.
Como curiosidad, diremos que la primera escuela para sordomudos tuvo lugar en las dependencias de este antiguo monasterio cuando, en el siglo XVI, así lo impulsó el benedictino Fray Ponce de León.

En 2012, tuvo lugar en el Monasterio de San Salvador la exposición de las Edades del Hombre, bajo el título Monacatus.
Esperamos que a través de esta web conozca la riqueza patrimonial de este gran monasterio castellano, del cual no dejamos de recomendar la visita.